domingo, 14 de diciembre de 2008

TAROT EGIPCIO

El origen de la palabra “TAROT” es tentativa, ya que se cree que proviene de TOTH (Dios Egipcio de las Artes, de las Ciencias y la Justicia) o también de la Torá Judía (ley, enseñanza, guía), que probablemente sea de origen egipcio.
Según este origen, las 78 láminas del Tarot sintetizarían las enseñanzas del Libro de Toth, con el conocimiento del mundo visible e invisible.
Cuando Moisés huye de Egipto, es posible que haya llevado algunas de éstas láminas, las cuales fueron estudiadas por los sacerdotes Hebreos, dando lugar a la Cábala.
Otra versión dice que fueron introducidas en Europa, por los gitanos errantes. La palabra gitana “Tar” significa “mazo de cartas”, el que a su vez deriva del Sánscrito “Taru”.
Además, si analizamos a nivel esotérico, la relación de los Arcanos Mayores del Tarot, con la cultura Hindú, vemos importantes analogías: por ej. “El loco” representaría a los monjes errantes (o sannyasines); el “Emperador y la Emperatriz”, serían Suddhodana y Maya Devi, padres de Buda; la “Rueda de la Fortuna”, sería la rueda del renacimiento y el Karma, y así sucesivamente.
Podemos ver la tremenda relación que tienen estas figuras con los mitos de la humanidad.
Lo más significativo de la lectura de estas cartas, es establecer una estrecha relación entre el consultante y la persona que las interpreta, una relación de inconsciente a inconsciente. El tarotista recibe los símbolos elegidos por el consultante y los traduce en palabras. Por lo tanto es crucial que ambos se relacionen con las cartas en un ambiente agradable y tranquilo. Y con ello se deja de lado la adivinación que le atribuye la mayoría de las personas.
En todo caso es nuestro inconsciente, el que todo lo sabe, sin tiempo y sin espacio, que se manifiesta de esta manera.

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1 comentario:

Tarot dijo...

Muy buen post sobre el tarot! Buena informacion