El mapa natal se compone de doce signos, los cuales se agrupan según los cuatro elementos de la naturaleza: fuego, agua, aire y tierra.
Aries, Leo y Sagitario pertenecen al elemento fuego, pura energía. Dan calor, queman, se mueven, estallan, arden y se consumen. Producen placer o molestias, vehemencia y pasión.
Cancer, Escorpio y Piscis pertenecen al elemento agua, toma la forma de aquello que la contiene. Refrescan, disuelven, reflejan, lavan y ayudan al crecimiento. Son intuitivos y sensibles. Protectores, prudentes y conservadores.
Géminis, Libra y Acuario pertenecen al elemento aire, se necesita para respirar, además de ser el medio para transmitir el sonido y el habla. La comunicación es vital. Razonan, estudian e investigan. Se mueven en el plano de las ideas.
Tauro, Virgo y Capricornio son de tierra, dan sostén y seguridad, sequedad e inmovilidad. Hábiles, desconfiados, cau-
telosos, calculadores y adaptables. Artesanos, constructores y científicos prácticos. Rutinarios y ordenados.
Cada signo, además de pertenecer a un elemento, que le otorga una particular naturaleza, se ubica en el Zodíaco como Cardinal, Fijo o Mutable, determinando una modalidad de acción y de adaptación.
Cardinal: Aries, Cancer, Libra, Capricornio. Es la creación inicial, el impulso primero y realización del comienzo. El afuera.
Fijo: Tauro, Leo, Escorpio, Acuario. Es el sostenimiento de lo ya creado, la estabilidad del mismo. El adentro.
Mutable: Géminis, Virgo, Sagitario, Piscis. Es la alteración, transformación y adaptación de lo ya hecho. El movimiento entre el afuera y el adentro.
Cada carta astrológica presenta una mezcla de elementos ubicados en distintos signos, dando como resultado una personalidad única y con un destino particular.
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