sábado, 25 de julio de 2009

ORIENTACION VOCACIONAL

Cuando un adolescente termina sus estudios secundarios se encuentra ante la encrucijada sobre que camino seguir. Esporádicamente aparece alguno con una marcada inclinación vocacional. Pero son los menos.
La mayoría se debate entre aquello que le apasiona y lo que le conviene, otros se dejan llevar por la mayoría y eligen la carrera de moda. Existe un buen porcentaje que espera una iluminación del cielo y se sientan a esperar el milagro que les diga que hacer. A veces tienen la suerte de tener padres observadores que atendiendo a su intuición, le dan un buen consejo.
En muchos jóvenes la indecisión los lleva a pasar un largo tiempo sin tomar partido por una carrera o profesión, y en otros casos en una elección equivocada, apareciendo la frustración.
En la metodología que utilizo, enfoco el área de la vocación desde la Grafología, el análisis de la letra y la firma, y lo comparo con la visión Astrológica, la carta natal con signos y planetas. Confirmo con la visión personal del consultante, en un Cuestionario de Inteligencia Múltiple.
Desde mi lugar de observador, desmenuzo su mundo interior, con los elementos que brinda la Psicología y que manifiesta en el mundo exterior a través de su letra y su firma. Estas dos son interpretadas por la Grafología.
La carta natal me muestra el aporte del mundo exterior, sobre todo en su Ascendente, determinante del Temperamento heredado. Los aspectos entre planetas y la ubicación en signos y casas, me dará una amplia información sobre las herramientas que trajo al nacer.
Completo el informe con las respuestas al cuestionario, el cual me idea de sus preferencias en las materias de estudio, las relaciones con sus pares, sus ideales, su ubicación social y familiar, etc.
Tanto la Grafología como la Astrología tienen que estar de acuerdo en el tipo de temperamento: sanguíneo, nervioso, bilioso o linfático. Cada uno posee ciertas características propias que lo definen como ideal para algún tipo de actividad. Un sanguíneo es muy sociable, capaz de destacarse entre otros, dirigir y brillar. Un nervioso es muy movedizo, inquieto, exigente con los demás, quiero todo ya. Es bueno para actividades cortas, variadas y múltiples.
Un bilioso analiza, ordena y establece, no se le escapa un detalle, trabaja con suma meticulosidad. Buen secretario o director de grupos. El linfático es conversador, cómodo y posee una excelente memoria. Ideal para tareas donde catalogue, observe e informe.
Las posibilidades son mucho más extensas en cada caso, contando además que hablamos del temperamento que se destaca en primer lugar, ubicándose los demás en orden decreciente. Todos están presentes de alguna forma, lo que da una enorme variabilidad de personajes.
Otro aspecto en que el cual me detengo, es el de la voluntad, representado por la letra “r”. La ejecución de la misma me demuestra como la maneja: con determinación llega al final de la meta, con demasiada flexibilidad, se detiene o se distrae o se aleja de sus objetivos.
Concluyendo, espero hacerles la elección más clara, más fácil, más efectiva.
NORMA CAMPO
Perito Grafólogo Nacional
Consultas y Cursos
TEL: (011) 4298-1814
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