viernes, 17 de abril de 2009

Grafología, La firma y la Rúbrica

La imagen que damos a los demás se ve en el texto escrito, y como nos movemos en la hoja, lo hacemos en el entorno. Esto representa el “yo social”. La firma simboliza nuestro “yo más íntimo”, el meollo de nuestra personalidad.
Si agregamos una rúbrica, ese dibujo inconsciente que rodea a la firma como mecanismo psicológico de defensa que protege al “yo íntimo”, colocamos una capa o coraza, veremos que tratamos de ocultar tras ella.
Antiguamente la rúbrica (del latín “rubrum”), era un sello en letras rojas, que certificaba la autenticidad de la firma. Con el paso del tiempo se convirtieron en dibujos variados y personales, con grandes contenidos del inconsciente.
El grafólogo debe tener en cuenta en el estudio de la firma, diversos aspectos: el grado de constancia de la misma, la ubicación con respecto al texto y dentro del papel, el predominio del nombre o del apellido, la relación entre ambos, si es legible o ilegible, la distancia entre letras y palabras, la ejecución en velocidad, presión y cualquier tipo de irregularidad.
Es normal que la firma sufra cambios a lo largo de la vida, la persona transmite en ella su propia evolución interior. A veces ese cambio no se percibe fácilmente, manteniendo su estructura primitiva, pero seguramente con un profundo análisis (con lupa) surjan desde lo más profundo.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Marlia, todas tus notas son enriquecedoras.
Besos
Jaime

Marlia dijo...

Hola Jaime: ya te considero un gran amigo, por tan solo leer mis notas. Muchas gracias por tu comentario. Marlia