jueves, 12 de marzo de 2009

LOS NIÑOS DE PISCIS

Pertenecen al mundo de las emociones, se mueven hasta encontrar una fisura para filtrarse y fluir como el agua. No practican la lógica ni el pensamiento racional muy a menudo. Aman soñar e intuir.
Su mundo tiene que ver con aquello que les llega a los sentidos: imágenes, colores, sutilezas, perfumes, aquello que cantan los poetas.
Son especialmente compasivos, sienten como propio el dolor ajeno y pueden ser presa fácil de estafadores, dada su credulidad.
Se muestran cambiantes e inestables, se adaptan fácilmente a los cambios propios o ajenos, para ejercer su observación y saciar su curiosidad. Todo despierta su interés pero le cuesta tomar una decisión y recurren a la contención de los adultos.
Los papás y los maestros deben aceptar la gran susceptibilidad de estos niños, cualquier palabra fuerte o desubicada les produce un bloqueo difícil de olvidar. Necesitan siempre del suave empuje para decidir sobre que desean hacer, pues de lo contrario se quedan con la elección de otros. Y no desarrollan la responsabilidad, ni los proyectos propios.
Por supuesto que hay piscianitos que tienen en su carta, la posibilidad de tener la fuerza de otros elementos que contrarresten la influencia del agua.

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